sábado, 14 de diciembre de 2013

RECORDACIÓN DE UN SUCESO DE BENDICIÓN



Por Armando Maya Castro
En representación del Apóstol de Jesucristo, Doctor Samuel Joaquín Flores, el Pastor Evangelista Naasón Joaquín García recordó el ingreso del Maestro Aarón Joaquín Gonzáles a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 12 de diciembre de 1926, así como algunos capítulos de la historia de la Iglesia La Luz del Mundo en su etapa de restauración

El pasado 12 de diciembre fue un día de especial celebración para los fieles de la Iglesia La Luz del Mundo, quienes recordaron –en reuniones celebradas en los más de tres mil templos de esta Asociación Religiosa– el ingreso a Guadalajara del Maestro Aarón Joaquín González, llamado al apostolado el 6 de abril de 1926.

En la colonia Hermosa Provincia de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, las actividades con motivo de dicho suceso se desarrollaron en un ambiente de fervor, espiritualidad y fraternidad cristiana. Cuando las manecillas del reloj marcaban las 10:00 horas, el Pastor Evangelista Naasón Joaquín García, en representación del Apóstol de Jesucristo, Doctor Samuel Joaquín Flores, se presentó ante los fieles congregados en el templo sede internacional de La Luz del Mundo para recordar los pormenores de la historia de la Iglesia en su etapa de Restauración. 

Al inicio de su exposición, el hermano Naasón Joaquín señaló que el Apóstol de Dios ha sido el principal interesado en que se recuerde la historia de la Iglesia, estableciendo fechas para que los fieles recuerden los acontecimientos históricos que han traído beneficios espirituales a las almas. Se remontó a lo acontecido en Monterrey, Nuevo León el 6 de abril de 1926, fecha en que el Maestro Eusebio Joaquín experimentó el llamado de Dios diciéndole: Tu nombre será Aarón, lo haré notorio por todo el mundo, y será bendición”. 

Recordó asimismo los pormenores de la manifestación posterior a su llamamiento, en la que Dios le ordenó salir de la ciudad de Monterrey con las siguientes palabras: “El jueves próximo quiero que salgas”. 

Al dar testimonio de la obediencia del Maestro Aarón Joaquín al mandato de Dios, el hermano Naasón Joaquín explicó que este Varón salió con su confianza puesta en el Altísimo, predicando el Evangelio en varias ciudades y poblaciones de Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Aguascalientes y Jalisco, estados que atravesó caminando a través de las vías del tren. 

Explicó que las persecuciones, ultrajes y desprecios que experimentó a lo largo de esa dolorosa travesía no lo amordazaron, antes bien lo robustecieron para  seguir cumpliendo con admirable valor su sagrada misión. Su fe le ayudó –dijo– a llegar a San Martín de las Flores, donde el 11 de diciembre de 1926 volvió a escuchar la voz de Dios diciéndole: “Quiero que prediques el Evangelio en esta ciudad, pues tengo un gran pueblo que me servirá y será ejemplo para muchas naciones que me conocerán, y esta será la prueba de que yo te he enviado: Yo estaré contigo”.

Sin dejarse intimidar por nada ni por nadie –ni siquiera por sus temores como ser humano– el Hermano Aarón entró a Guadalajara decidido a cumplir la voluntad de Dios. No lo intimidó ni lo frenó el fanatismo ni el clima de intolerancia que prevalecían en la Perla Tapatía; tampoco lo detuvieron las calumnias que intentaron denigrar su admirable labor apostólica, explicó. 

Enseguida, queriendo que los fieles de la Iglesia valoraran la bendición de seguir formando parte de la Iglesia, invitó a leer la siguiente porción de las Sagradas Escrituras: “…con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:12-13).
Al explicar el anterior texto bíblico, dijo que Dios ha proporcionado a los fieles de la Iglesia la dignidad de ser llamados hijos de Dios, así como el privilegio de haber sido iluminados por el Evangelio revelado y de haber sido trasladados de la potestad de las tinieblas al reino de su Amado Hijo Jesucristo.

Por la tarde de ese día continuaron las actividades con motivo de la celebración del 12 de diciembre, efectuándose un servicio de adoración en la colonia Bethel, al término del cual se realizaron 153 bautismos con autoridad apostólica. Estos sacramentos, así como los demás bautismos que se realizaron el pasado jueves en diversas partes del mundo, testifican del crecimiento de la Obra de Dios y corroboran la fidelidad de las palabras dadas al hermano Aarón Joaquín: “…haré notorio tu nombre por todo el mundo…”. 

87 años después de este memorable suceso, La Iglesia La Luz del Mundo sigue creciendo y teniendo presencias en 44 naciones de la tierra, en las cuales Dios ha hecho célebre y notorio los nombres de Aarón y Samuel Joaquín, los dos grandes apóstoles de la Restauración.

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