Por Armando Maya Castro
Educación laica, por respeto a la diversidad religiosa |
A
millones de mexicanos nos preocupa la postura de los legisladores que han
aprobado la reforma del artículo 24 constitucional, así como la de algunos
actores políticos que, sin tener alguna responsabilidad legislativa, se han
mostrado partidarios de tal reforma, restándole importancia al daño que dicha
modificación le ocasiona al Estado laico y a la educación que en el marco del
mismo se imparte.
Nos
preocupa, y mucho, lo que algunas voces han señalado a lo largo del presente año
en el sentido de que Enrique Peña Nieto está a favor de la reforma del artículo
24, cuya redacción fractura la laicidad del Estado y de la educación, además de
echar por tierra las Leyes de Reforma, mismas que establecieron, entre otras
cosas, la separación del Estado y las Iglesias. Todas estas leyes, explica el
investigador Roberto Blancarte, “conducían a que se estableciera la libertad de
creencias y de culto, desde el momento que el estado dejaba de ser el brazo
secular de la Iglesia [católica] y se convertía de hecho en el garante de la
libertad de conciencia de cada individuo”.
Del
sexenio de Carlos Salinas de Gortari a la fecha, la Conferencia del Episcopado
Mexicano ha ejercido fuerte presión sobre los Poderes Ejecutivo y Legislativo
en el afán de lograr los cambios constitucionales que les permitan recuperar y
ampliar los privilegios de antaño. En el año 2000, Vicente Fox Quesada se
comprometió, mediante el llamado "decálogo de campaña", a realizar
las reformas constitucionales que exigía el clero. No logró cumplir su palabra debido
a la conformación del Congreso de la Unión, pero las intenciones foxistas fueron
de todos conocidas.
El
Estado laico recibió el golpe más severo el 15 de diciembre de 2011, fecha en
que los grupos parlamentarios del PRI y PAN aprobaron en fast track la reforma
del artículo 24 constitucional. Ese día, la nota de un importante diario de
circulación nacional señalaba: “La reforma, confiaron diputados del tricolor,
fue comprometida por Enrique Peña Nieto a la cúpula de la Iglesia católica”,
léase nunciatura apostólica, Conferencia del Episcopado Mexicano y la
Arquidiócesis.
El
28 de marzo del presente año, la dupla PRI-PAN avaló la reforma del artículo 24
constitucional, a pesar de reconocer las deficiencias de redacción de la citada
modificación. El Senador Pablo Gómez calificó la modificación como una
“revoltura innecesaria”. Luego, ante el pleno senatorial, el legislador
perredista aseguró que la reforma fue pactada con el alto clero por el entonces
candidato presidencial del PRI.
Nuestra
preocupación por dicha reforma sigue vigente pese a las declaraciones que
Enrique Peña Nieto hiciera el pasado 19 de abril. Ese día, el ahora presidente
electo de México dijo a un grupo de obispos católicos: "Evidentemente el Estado
laico no significa, un Estado antirreligoso; significa un Estado con garantías
para que cualquier mexicano pueda tener la libertad de credo, de religión e
ideología, esta es la condición del Estado laico y como tal me he pronunciado
por mantener esta condición y garantizar la libre profesión de fe o religión de
cualquier mexicano".
Nos preocupan las
aspiraciones de la jerarquía eclesiástica tendientes a recuperar el monopolio
educativo que la Iglesia católica tuvo en la época colonial y en las primeras
décadas del México independiente. Nos preocupa que, con una sesgada
interpretación del término “libertad religiosa”, se pretenda el retorno de la
educación católica a las escuelas públicas, argumentando que la religión es
parte fundamental de dicha libertad.
Insisto en lo que antes he señalado
en este mismo espacio: las leyes mexicanas nunca nos han prohibido instruir religiosamente
a nuestros hijos, siempre y cuando lo hagamos en los hogares, o bien en los
templos. El trabajo de instruir religiosamente es competencia de los padres de
familia y de los ministros de culto, no de los educadores al servicio del
Estado. Recordemos que las escuelas públicas son espacios donde confluyen niños
con diferentes creencias religiosas, todos ellas dignas de respeto.
@armayacastro
Publicado en el diario El Occidental, el 29 de noviembre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario