Por Armando Maya Castro
Foto de azteca noticias El Gobierno del Distrito Federal y la UNAM firmaron un importante acuerdo para fomentar la educación |
Entre tantas malas noticias,
por fin una buena. Me refiero a la firma de un acuerdo general por la educación
entre el Gobierno del Distrito Federal y la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), cuyo principal objetivo es lograr una reducción de 50 por ciento
en la tasa de analfabetismo que existe en la Ciudad de México.
Actualmente, el número de
analfabetas en la capital de la República mexicana asciende a 140 mil personas.
Si las metas del citado convenio se logran, como creemos que ocurrirá por la participación
de la Máxima Casa de Estudios, alrededor de 70 mil defeños dejarán de ser
analfabetos, lo que les permitirá acceder a mejores oportunidades y a un mayor
bienestar económico.
Hace un año, datos proporcionados
por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) colocaban al
Distrito Federal como una de las diez entidades libres de analfabetismo, junto
con los estados de Nuevo León, Coahuila, Baja California, Sonora, Baja
California Sur, Aguascalientes, Tamaulipas, Chihuahua y Durango.
Hay estados que deberían
imitar el ejemplo del Distrito Federal y de las demás entidades que han logrado
reducir de manera importante el analfabetismo. Uno de ellos es Veracruz, que en
mayo del presente año llegó a ocupar el primer lugar a nivel nacional en
analfabetismo con 619 mil personas. Esta información fue proporcionada por
Abraham Rivera Flores, subdirector de Planeación, Programación y Presupuesto
del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA), quien atribuyó
dicho rezago educativo a que "Veracruz es un estado diversificado por el
aspecto geográfico, las distancias y las comunidades tan caóticas". Añadió
que se ha avanzado y se ha logrado disminuir el analfabetismo anualmente,
"pero no en los porcentajes que se requieren".
El problema en Veracruz y en
muchos otros estados de la República mexicana no se circunscribe al problema
del analfabetismo; abarca todo nuestro sistema educativo, plagado de
deficiencias y limitaciones que privan a los niños y adolescentes de las experiencias
educativas que propician el pleno desarrollo de los estudiantes como seres
humanos y como ciudadanos. La educación es uno de los más grandes desafíos del
Estado, quien tiene la obligación de emprender acciones que posibiliten el
acceso a la educación a la totalidad de los mexicanos.
México, con casi 6 millones
de analfabetas, necesita mejores políticas educativas, que formen parte de un
plan global de desarrollo más equitativo. Estas políticas deben estar
orientadas a poner fin a rezagos como la pobreza y el desempleo, así como la
falta de salud y vivienda, Estos y otros factores han obligado a muchos padres
de familia a sacar a sus hijos de las escuelas para que contribuyan a paliar con
su trabajo las necesidades del hogar.
La anterior no es una
situación privativa de las zonas rurales del país. Es un problema que se manifiesta
también en las grandes ciudades, principalmente entre los miembros de las familias
que la pobreza obligó a emigrar a las grandes metrópolis. La estrechez de estas
familias ha orillado a los padres de las mismas a integrar a sus pequeños al trabajo
familiar, privándolos de la oportunidad de asistir a la escuela y de recibir en
la misma la educación que proporciona mejores oportunidades para ingresar al
mercado laboral y acceder a mejores niveles de bienestar personal y familiar.
El Estado mexicano debe de
hacer mucho más si quiere abatir los índices de analfabetismo a nivel nacional.
Ojalá que otros estados de la República mexicana imiten el ejemplo del Distrito
Federal, y que otras universidades del país imiten el ejemplo de la UNAM,
institución que demuestra una vez más su compromiso con el avance y el
desarrollo de México.
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