Por Armando Maya Castro
Algunos de los "papables" que aparecen en la lista negra difundida por la SNAP |
Mientras que diversos diarios
del mundo y otras fuerzas de opinión pública multiplican las listas de
“papables”, la Red de Supervivientes de Personas que sufrieron Abusos por
Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) emitió en Roma una lista denominada
“Docena sucia”. En ella aparecen los nombres de 12 cardenales que no deberían
ser aspirantes al papado por la forma en que manejaron los casos de pederastia
clerical o por las declaraciones que emitieron sobre los abusos sexuales
cometidos por integrantes del clero católico.
En la lista negra figura el
nombre del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien desatendiendo las voces que
le pedían no asistir al cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI, viajó
al Vaticano donde se encuentra participando, junto con los demás integrantes
del Colegio Cardenalicio, en las reuniones previas al cónclave.
En México, las víctimas de abuso
sexual lograron recoger más de 20 mil firmas de adhesión a una carta que pide al
purpurado mexicano abstenerse de participar en las
deliberaciones del próximo cónclave. Muy pocos mexicanos ignoran que Norberto
Rivera “defendió durante años a Marcial
Maciel y tildó de calumniadores a siete seminaristas que lo acusaron”. Aparte
de proteger al fundador de los Legionarios de Cristo, encubrió los delitos
sexuales de los presbíteros Carlos López y Nicolás Aguilar Rivera.
El caso particular
de este último es el más sonado. Se trata de un clérigo cuyos crímenes sexuales
“se iniciaron desde su paso por el seminario”, señala la periodista Sanjuana
Martínez, quien realizó una investigación a fondo sobre el mencionado cura,
señalado de abusar de más de 120 niños entre México y Estados Unidos, todo esto
con la protección de los cardenales Rivera Carrera y Roger Mahony. Las
autoridades norteamericanas tienen como evidencia la correspondencia privada entre
ambos jerarcas católicos, “cartas que se encuentran en el expediente del caso”.
El arzobispo
primado de México, quien fue mencionado recientemente por el diario el País como uno de los favoritos para
suceder a Joseph Ratzinger, es uno de los prelados que figura en la lista de 12
candidatos papales con antecedentes de proteger a clérigos pederastas. Los
otros once son: Oscar Rodríguez Maradiaga (Tegucigalpa,
Honduras); los norteamericanos Timothy Dolan (Nueva York), Donald Wuerl
(Washington) y Sean O'Malley (Boston); el argentino Leonardo Sandri; los
italianos Angelo Scola (Milán) y Tarcisio Bertone (camarlengo); el australiano
George Pell; el checo Dominik Duka; el canadiense Marc Ouellet, y el ghanés
Peter Turkson (Ghana).
Se trata, pues, de doce líderes
de la Iglesia católica que han manejado mal los casos de pederastia, dándole nula
importancia a los derechos humanos y a la integridad física de los niños. Hombres
que no han hecho nada –o muy poco– frente a las criminales conductas de sacerdotes
que han destrozado impunemente la vida de miles de inocentes, ocasionando la
insatisfacción de un creciente número de católicos.
Yo,
en lo personal, dudo mucho que en el Vaticano se vaya a tomar la decisión de excluir
del cónclave a los cardenales que han actuado mal en los temas que tienen que
ver con la pederastia sacerdotal. Tengo también mis serias dudas de que el
estado de ánimo de los 115 cardenales electores vaya a ser influenciado por la lista
negra que acaba de difundir la SNAP. Menos ahora que el portavoz del Vaticano,
Federico Lombardi, ha salido al paso señalando que no le toca a la SNAP “decir
quién debe venir al Cónclave y dar una calificación a los cardenales que se
reúnen”.
Las
declaraciones de Lombardi evidencian, por enésima vez, que los jerarcas del
catolicismo no están dispuestos a escuchar las voces de quienes procuran que la
Iglesia católica salga de la crisis moral en la que se halla inmersa desde hace
muchísimo tiempo.
@armayacastro
Publicado en le edición impresa de El Mexicano, el 9 de marzo de 2013
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