martes, 29 de enero de 2013

NUNCA MÁS



 Por Armando Maya Castro


Los campos de concentración y exterminio nazi fueron creados en enero de 1933 con el propósito de someter a trabajos forzados a los judíos y de asesinar en masa al mayor número de ellos

Como todos los años, el pasado 27 de enero se realizaron diversos actos con motivo del “Día Internacional de la Memoria del Holocausto”, fecha instaurada mediante resolución 60/7 de las Naciones Unidas en memoria de los 6 millones de judíos asesinados por el régimen de Adolfo Hitler, el villano más cruel en la historia de la humanidad, quien superó en crueldad a Calígula, Nerón y demás villanos que han existido. 

Las investigaciones sobre la barbarie del Holocausto nazi aún no terminan, afirma la investigadora Juliane Wetzel, quien se ha especializado en el tema del antisemitismo, fenómeno ancestral que, por desgracia, “sigue existiendo en la sociedad y se manifiesta de diversas formas”, señaló la especialista antes mencionada, quien trabaja en el Centro para la Investigación del Antisemitismo de la Universidad Tecnológica de Berlín, y es coordinadora independiente de un círculo de expertos que informa regularmente al Parlamento alemán acerca del antisemitismo en Alemania.

En Jerusalén, desde el Museo Yad Vashem, donde fue inaugurada la exposición “Recolectando fragmentos”, el primer ministro Benjamín Netanyahu manifestó que “el antisemitismo no ha desaparecido, ni tampoco el deseo de destruir a una parte considerable del pueblo judío y el Estado de Israel”. Ahí mismo, explicó que el Holocausto ha sido negado por países como Irán, “que no detiene su carrera sistemática e implacable para conseguir armas nucleares”.

En la realización de los actos en memoria del Holocausto no faltó el mensaje del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien rindió tributo a las víctimas de la Alemania Nazi, al tiempo de expresar el compromiso de Estados Unidos de combatir a "cualquier tirano o dictador que cometa crímenes contra la Humanidad, y permanecer firme al principio de «Nunca más»". 

En declaración escrita, el mandatario estadounidense dijo que "aunque este es un momento para el duelo y la reflexión, también es el momento de la acción. En este día, recordamos el valor, el espíritu y determinación de aquellos que resistieron con heroísmo a los nazis, dando ejemplo de lo mejor de la Humanidad", dijo Obama.

Lo importante es que la condena al Holocausto siga viva, y que se siga luchando contra los estereotipos negativos del pueblo judío. Tengamos presente que las convicciones de que un grupo posee características negativas generan malestar, desagrado y comportamientos discriminatorios. En 1933, año en que Hitler ascendió al poder, “los universitarios de Princeton describieron a los judíos como hábiles, mercenarios, industriosos y codiciosos” (Katz y Braly, 1933). Los nazis asignaron, además, otras características a los judíos: “los retrataban como conspiradores, sucios y libertinos y no sólo como una amenaza para la paz y la prosperidad, sino también como un peligro para la salud y la pureza de las jóvenes arias”. 

Hitler fue más lejos al presentar a los judíos ante los alemanes como una seria amenaza para la raza aria: “Si el judío llegase a conquistar las naciones del mundo, su triunfo sería entonces la corona fúnebre y la muerte de la humanidad. Nuestro planeta  volvería a rotar desierto en el Cosmos, como hace millones de años” (Mi lucha, p. 60). 

Si queremos que nunca más se repita lo ocurrido en los campos de concentración y exterminio nazi, las naciones del mundo tendrán que trabajar más y mejor en el tema del respeto a los derechos humanos. No hay que olvidar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año de 1948, nació al término de la II Guerra Mundial, “guerra en la que el ser humano mostró su cara más cruel (campos de concentración y exterminio como Auschwitz o Treblika, bombardeos sobre la población civil, violaciones masivas…)”. 

El antisemitismo y demás formas de racismo no son cosa del pasado. Actualmente, las violaciones a los derechos humanos siguen siendo un tema de preocupación en México y el mundo. José Vicente Mestre Chust habla de lo que sucede en nuestro tiempo y nos dice que “aún hoy se producen agresiones a personas y se las priva de sus derechos fundamentales por razones de raza, etnia, religión y condición sexual. Los pueblos indígenas continúan siendo considerados ciudadanos de clase inferior y son víctimas de rechazo, discriminación y exclusión social”.

Es obligación de la presente generación realizar los esfuerzos necesarios para ponerle fin a las violaciones a los derechos humanos; sólo así podemos contribuir a que los seres humanos podamos construir un mundo sin violencia, libre de las barreras raciales, ideológicas, económicas, culturales y religiosas. 


 @armayacastro


Este artículo fue publicado el día 29 de enero de 2013 en los diarios El Mexicano de Tijuana y La Prensa Jalisco



 









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