Por Armando Maya Castro
Ayer se celebró el Día
Internacional para los Pueblos Indígenas, instituido como tal por la Asamblea
General de la ONU, el 12 de diciembre de 1994, “con el propósito de celebrar
esta fecha cada año durante el Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas
del Mundo (1995-2004), el cual fue renovado para el decenio de 2005-2014 y
tiene como objetivo seguir fortaleciendo la cooperación internacional para la
solución de los problemas que afrontan los pueblos indígenas en diversas
esferas tales como: la cultura, educación, salud, derechos humanos, medio
ambiente y el desarrollo económico y social”.
Desde la conquista de México
(1519-1521) y la imposición despótica del catolicismo en nuestra nación, los pueblos
indígenas no han dejado de sufrir la pérdida de sus tierras, territorios y
recursos naturales. Desde entonces han vivido sometidos y subyugados, librando
múltiples batallas en defensa de sus derechos. A pesar de su tenaz lucha, los
rezagos sociales que afectan a la población indígena en el área de la salud, la
vivienda, la educación y el empleo son numerosos.
El Día Internacional para
los Pueblos Indígenas es visto por muchas personas como la ocasión propicia
para conmemorar “el inicio de la relación formal de los pueblos indígenas con
el sistema de la Naciones Unidas, pues es el aniversario del primer día de la
primera reunión del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas, en 1982.
Ofrece la oportunidad a los medios en particular para atraer la atención
pública hacia las culturas y problemas que interesan a los indígenas”.
Me parece justo reconocer en
este espacio el trabajo que por décadas han realizado las organizaciones no
gubernamentales en relación al mejoramiento de la situación de los pueblos indígenas.
Similar interés se ha observado en el mundo académico, sector que ha realizado
diversas acciones en su campo a favor de los pueblos indígenas, "ya sea
por el simple hecho de no ignorarlos como objeto de estudio, ya sea haciendo
intercambios entre académicos Mayas y ellos, ya sea formando profesionales
Indígenas de nivel universitario".
Sería injusto de mi parte omitir
la sobresaliente labor que han realizado los medios de comunicación en pro de
los derechos de los indígenas, denunciando abusos y haciendo propuestas de
solución a las necesidades y situaciones de conflicto en las regiones
indígenas. Este trabajo ha logrado, en buena medida, que disminuyan las acciones
de discriminación étnica, fenómeno que impide el desarrollo de los pueblos
indígenas y acentúa la marginación cultural, política y social de los mismos.
Asimismo, me parece oportuno
resaltar el trabajo que ha llevado a cabo la Iglesia La Luz del Mundo en
algunas comunidades indígenas, especialmente de origen náhuatl, mixteco,
zapoteco, totonaca, purépecha y maya. Esta labor se la ha venido realizando bajo
las directrices del Apóstol de Jesucristo, hermano Samuel Joaquín Flores, quien
ha confiado a sus colaboradores el cuidado espiritual y materialmente de los fieles
que pertenecen a estos grupos.
En el ámbito educativo, los fieles
de origen étnico han experimentado importantes avances mediante las acciones de
alfabetización indígena que se realizan en diversas zonas del país. Esta labor
ha logrado, entre otras cosas, una importante disminución del número de adultos
analfabetos en las comunidades étnicas. Hoy, gracias a estos esfuerzos, miles
de hombres y mujeres de habla indígena saben leer, escribir y defender sus
derechos.
En el aspecto cultural, la
superación de los grupos indígenas que forman parte de la Iglesia La Luz del
Mundo ha sido notable. Bajo el impulso de sus pastores, muchas congregaciones
ubicadas en comunidades mayas, mixtecas y zapotecas, así como algunas de origen
náhuatl, han formado coros y orfeones que han llegado a participar en eventos
internacionales, como es el caso de la Santa Convocación 2012, celebración a la
que han acudido algunos de estos coros.
El Apóstol de Jesucristo,
pensando en la salud y bienestar de las personas que viven en las poblaciones indígenas
de la región norte del estado de Puebla, fundó dos clínicas que ofrecen
servicios médicos de bajo costo al público en general. Estos centros de salud se
encuentran situados en Zacapoaxtla, municipio donde habitan un total de 19,276
personas que hablan alguna lengua indígena, y donde la Iglesia La Luz del Mundo
tiene notable presencia.
Deseo destacar, por último,
la presencia y activa participación de un sinnúmero de delegados indígenas
nacionales y extranjeros que participaros el día de ayer en la Bienvenida, ceremonia
que se realizó en la colonia Hermosa Provincia de Guadalajara, un espacio donde
la fuerza del Evangelio y el amor fraternal han logrado erradicar la discriminación
por motivos de origen étnico.
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