martes, 1 de julio de 2014

EXPRESIONES DE INTOLERANCIA RELIGIOSA

Por Armando Maya Castro
Niños evangélicos observan su casa destruida por un enfurecido grupo de católicos de la comunidad de Mitzitón, Chiapas
Agotada. Así se encuentra mi capacidad de asombro cada vez que los clérigos católicos opinan, con inocultable oportunismo, sobre los supuestos casos de fanatismo religioso perpetrados por otras iglesias, olvidando que el pasado de su Iglesia, la católica, delata a esa institución como una de las instituciones más fanáticas en la historia de la humanidad, en la que abundan actos de crueldad que han atropellado los derechos humanos de millones de personas.

Intentaré explicarme: hace algunas semanas tuvo lugar en Xalapa, Veracruz un caso lamentable de maltrato en agravio de un menor de edad que fue atado de pies y manos a la reja de una ventana, con su boca cubierta con cinta canela. Los autores de este incalificable atropello –en proceso de investigación– fueron sus propios padres, miembros de una Iglesia evangélica que se deslindó de dicha acción en los siguientes términos: “…no somos cómplices de dichos actos puesto que no los avalamos, ni enseñamos, no somos responsables de lo que cada miembro haga en forma privada en su hogar, pues de ser así a los líderes de las diferentes religiones se les pediría responsabilizarse por lo que cada creyente haga por su cuenta”.

El caso está siendo investigado por las autoridades, quienes deberán integrar el expediente y determinar las responsabilidades y posibles sanciones. Mientras tanto, el pequeño maltratado, junto con sus tres hermanos, permanece en una casa asistencial, a donde el DIF lo envió luego de constatar que padece el Síndrome del Niño Maltratado.

Aparte de haber sido exhibidos en las redes sociales y en los medios de comunicación como "fanáticos religiosos e incitadores a violentar a los menores de manera física y psicológica", los miembros de esa comunidad evangélica siguen siendo expuestos al juicio popular, ahora por la Arquidiócesis de Xalapa, cuyo vocero, José Manuel Suazo Reyes, opinó así sobre dicho caso: “Una persona equivocadamente y con su conducta equivocada y exagerada para castigar a un niño y exhibirlo,  no es eso lo que inspira la religión, esta persona invoca principios religiosos pero está equivocado porque cae en un mal uso…”.

Suazo Reyes da por hecho que los padres del menor invocaron principios religiosos de la Iglesia a la que pertenece. El problema es que lo da por hecho antes de que las autoridades agoten las investigaciones. Hasta este momento, las instancias competentes no han informado a los medios de comunicación si la forma de corregir de esos padres era inculcada por las autoridades eclesiásticas de dicha Iglesia. Si la investigación en proceso determina que los métodos inhumanos de esos padres forman parte de la enseñanza doctrinal de esa comunidad religiosa, se tendrá que proceder en consecuencia.

Lo que sí podrían y deberían hacer los clérigos del catolicismo es revisar detenidamente la historia de su Iglesia, plagada de actos fanáticos que han sido plasmados en un sinnúmero de libros de historia. Me refiero a hechos que han sido descalificados por su desmedida crueldad y por atropellar la dignidad de los seres humanos, tales como intolerancia religiosa, cruzadas medievales, persecución a los judíos, guerras de religión, inquisición, tortura, pederastia, etcétera.  

Puede haber quien piense que estos casos pertenecen al pasado distante de la Iglesia católica. Absolutamente falso, y como prueba el siguiente botón: este domingo se registró en Chiapas un caso más de intolerancia religiosa. Los autores: un grupo de católicos de Mitzitón, quien mantiene bajo secuestro a ocho evangélicos cuyas viviendas fueron destruidas, sin que a los integrantes de este grupo les importara la experiencia sin hogar de los niños y mujeres que pertenecen a las familias afectadas.


Me atrevo a asegurar que la delegada de Gobierno en los Altos de Chiapas, Ana Karen Ballinas, quien se encuentra ya en la zona del conflicto para dialogar con los católicos del lugar, buscará solucionar el problema privilegiando la vía del diálogo y la conciliación, pasando por alto que se trata de delitos graves, que merecen ser sancionados con todo el rigor de la ley. 

Twitter: @armayacastro



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