Por Armando Maya Castro
El
neonazismo es la corriente que trae a la actualidad la ideología del nazismo,
movimiento político-racista que surgió en la década de los años treinta y cuyo
principal mentor fue Adolfo Hitler, quien “basó el nazismo en tres aspectos: a)
militarismo agresivo que buscaba la expansión del gobierno alemán para
aprovechar los recursos de otros países, b) antisemitismo, o sea el odio a los
judíos, que fueron asociados al concepto biológico de patógeno mediante el lema
Juden-Läuse-Fleckfieber ("Los SS debemos ejecutar esta orden. Si no la
ejecutamos los judíos destruirán al pueblo alemán", Heinrich Himmler en
comunicación a Höss sobre los campos de exterminio masivo) y c) la creencia de
la superioridad racial de los alemanes de origen ario..." (Julián Monge
Nájera, Introducción al estudio de la
naturaleza: Una visión desde el trópico, EUNED, 1991, p. 229).
En
Alemania, desde hace algunas décadas existe una creciente preocupación por las
maniobras de los grupos neonazis de extrema derecha, quienes han encontrado en
el Internet la plataforma ideal para propagar sus ideas y su odio racial. Con
el propósito de impedir el avance de quienes se inspiran en una ideología que
logró transformar las raíces de la cultura alemana en valores racistas
incomprensibles, el gobierno alemán presentó el pasado martes un nuevo programa
para combatir a la ultraderecha, dotado con 30.5 millones de euros que serán
desembolsados durante los próximos 15 años (Milenio,
1 de julio de 2014).
Al
escribir sobre los grupos neonazis alemanes, el escritor Robert Ambelain asienta
en su libro Los arcanos negros de Hitler:
"Inspirándose en lo que hizo Adolf Hitler antes de la muerte de
Hindenburg, los neonazis avanzarán poco a poco y sin violencias excesivas,
accediendo insensible y aun discretamente a puestos de responsabilidad
gubernamental".
Los
peligrosos grupos neonazis operan también en México y emplean estrategias y un modus operandi similar al de la extrema
derecha alemana, procurando posiciones importantes en diversos cargos públicos.
La periodista Sanjuana Martínez ve en los orígenes del Partido Acción Nacional
(PAN) "una semilla del nazismo; un elemento ideológico que ha estado
presente en algunos de sus integrantes y que en la actualidad vive un resurgimiento".
La
autora de La cara oculta del Vaticano refiere
que “desde la fundación del PAN en 1939 con la participación de cristeros, la
Unión Nacional Sinarquista, unida con la Iglesia Católica y la falange Española
de las JONS, lograron incrustar en ese partido una serie de principios
ideológicos fascistas, cercanos al nacionalsocialismo fundado por Adolfo Hitler
y que aún perduran”. Señala, además, que “en 1941 fueron desclasificados por la
Marina de Estados Unidos documentos que ofrecen los detalles de la relación con
los nazis, sinarquistas y miembros de la jerarquía católica” (Contralínea 324 / marzo 2013).
Lo
más reciente del tema involucra a varios jóvenes panistas de Jalisco, quienes
crearon –en noviembre de 2013– el Movimiento Nacionalista Mexicano del Trabajo,
liderado por Juan Barrera Espinosa. Se trata de una organización con ideología
neonazi cuyo propósito principal es “proteger a las familias tradicionales, a
la religión católica-cristiana, a los micro, pequeños y medianos empresarios y
reescribir la historia por medio del revisionismo”.
Desde
que se tuvo conocimiento de la existencia de este grupo, varios políticos del
panismo tapatío y nacional han opinado sobre el tema. Luis Felipe Bravo Mena,
ex embajador de México ante el Vaticano, hizo las siguientes declaraciones al
diario El Universal: "A un
militante, ni por asomo se le ocurriría incurrir en este tipo de expresiones
políticas. Eso habla de un grave problema que tiene el PAN, que se han
debilitado los mecanismos de formación verdadera de los jóvenes". Por su parte el senador José Rosas Aispuro
dijo que "los neonazis a todas luces son una expresión que de ninguna
manera puede tener espacio en un partido que postula la democracia, y sugirió
que se lleve a cabo una investigación" (El Universal, 3 de julio de 2014).
Barrera
Espinosa reconoció abiertamente y con orgullo su pertenencia al blanquiazul:
“nací panista y creo que moriré panista”. Acción Nacional hizo bien en
deslindarse del presunto líder del grupo nazi jalisciense, quien dijo en
defensa suya y de sus compañeros involucrados: “todo fue un juego de niños”. Las
investigaciones y el tiempo demostrarán si realmente todo fue un juego infantil
o si se trata de un grupo que planeó actividades violentas, racistas y
xenófobas, prácticas características de los grupos que se fundamentan en
ideologías nacionalistas con una fuerte carga de violencia.
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