Por Armando Maya Castro
El presidente Enrique Peña Nieto en la zona de la explosión en Pemex. Pidió no especular sobre las causas que originaron la primera tragedia de su gobierno (Foto: Notimex) |
¿Qué
ocasionó la explosión en la Torre de Pemex, ocurrida el pasado jueves 31 de
enero? Esa es la pregunta que se hacen en estos momentos millones de mexicanos
y aquéllos que, sin serlo, desean saber qué ocasionó el estallido en el
edificio B2, anexo a la Torre Ejecutiva de Petróleos Mexicanos, que dejó un
saldo de 33 personas muertas y 121 lesionados.
El
presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hizo bien al hacer un llamado a
la sociedad en el sentido de no especular sobre las causas que originaron la
primera tragedia de su gobierno. Pedirle a los mexicanos que se abstengan de
conjeturas y esperen la conclusión de los peritajes correspondientes es bueno,
pero es mejor aún que las autoridades den celeridad a las investigaciones y acaben
lo más pronto posible con las especulaciones y rumores que provoca el vacío de
información.
En
cuanto a las investigaciones, diversas voces se han alzado y han coincidido al
señalar que se debe llegar al fondo. Felipe Calderón Hinojosa, en su cuenta de
Twitter, pidió “que la investigación sea seria y transparente”. Similar
petición hizo el líder de los diputados del PRD, Silvano Aureoles Conejo, quien
exigió a las autoridades una investigación exhaustiva, precisa y realista, para
deslindar responsabilidades y aplicar la ley.
Concluidas
las labores de rescate por parte de la Cruz Roja, los mexicanos esperamos que
los peritos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de Marina y Protección Civil, así como las dos empresas
estadounidenses que apoyarán dicha investigación, realicen un trabajo de
investigación profesional, que ayude a despejar las dudas.
Funcionarios
de la PGR han señalado que la investigación es contra quien resulte responsable
y que por ello mismo se han abierto todas las hipótesis, incluidos sabotaje y
explosión de gas o de instalaciones eléctricas, lo que deja en claro que no se
ha descartado ninguna línea de investigación.
Esta
tragedia estuvo antecedida por la polémica que ha generado entre la población
la reforma energética, considerada por algunos como un intento de privatizar a
Pemex, y por otros como el deseo de modernizar dicha empresa para potencializar
la competitividad y hacer más productivo a nuestro país.
Quienes están de acuerdo con
la reforma energética señalan que urge que México salga de la opacidad
energética y que se realicen los cambios que necesita la paraestatal para
aumentar su potencial energético. Esto se logrará, nos dicen, con una reforma
moderna, que sirva como motor de inversión y desarrollo; además de garantizar
el acceso equitativo a las telecomunicaciones de clase mundial.
Lo
que se requiere en éste tema y en el de la explosión de la Torre de Pemex es
que las autoridades le hablen con la verdad al pueblo de México, pues el temor
de millones de mexicanos es que resulte cierta la hipótesis de que la reforma
energética tiene como propósito fundamental apoderarse del petróleo, el gas y
la industria eléctrica. Quienes afirman que esto no es más que una mera
especulación tienen el deber de convencer a los mexicanos que ven en la reforma
energética un intento de privatizar a Pemex.
@armayacastro
Este artículo fue publicado en el periódico El Mexicano de Tijuana.
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