lunes, 8 de julio de 2013

OPERACIÓN PRIMAVERA



 Por Armando Maya Castro

El Instituto Electoral de Quintana Roo garantizó medidas contra "turismo electoral"

Se trata de un plan conocido también con el nombre de “turismo electoral”, presuntamente diseñado para que miles de ciudadanos de Yucatán y Campeche votaran por los candidatos del PRI en las elecciones que se realizaron el domingo pasado en Quintana Roo, estado donde el tricolor derrotó a sus adversarios políticos, pero no al abstencionismo, que fue el gran triunfador de la jornada electoral. 

El PRI, que ha sido señalado como el partido que diseñó la “operación primavera”, negó en los siguientes términos la existencia de dicho plan: “El turismo electoral es parte de un mito que se ha llevado al terreno mediático, en el que PRD y PAN reflejan esa desesperación. Nosotros no vamos a caer en dimes y diretes, hay una investigación y pues que se encuentre a los responsables y se castigue”.

Durante la jornada electoral del pasado domingo, un grupo de diputados y senadores del PRD, integrado por Silvano Aureoles, coordinador de la Cámara de Diputados, el senador Luis Sánchez y los diputados Joaquina Navarrete y Silvano Blanco de Aquino, sobrevoló a bordo de un helicóptero el paradisíaco Cancún. Este sobrevuelo se realizó con el propósito de documentar la existencia del turismo electoral que, según denuncias del PAN y del PRD, inició en marzo pasado con el empadronamiento de 7 mil ciudadanos de los estados vecinos de Quintana Roo.

Al parecer, los legisladores perredistas no encontraron pruebas claras de la “operación primavera”. Tampoco hay reportes contundentes en los medios de comunicación, quienes cumplieron satisfactoriamente su deber de informar a la sociedad quintanarroense los pormenores de la jornada electoral, en la que se votó por 10 presidentes municipales, 15 diputados de mayoría y 10 de representación proporcional.

El que sí encontró elementos que fortalecen la hipótesis de la existencia de la “operación primavera” es el Instituto Federal Electoral (IFE). Previo a la realización de las elecciones, y mediante visitas domiciliarias de campo, el IFE detectó a mil 388 yucatecos que, sin tener residencia en Quintana Roo, cambiaron su domicilio a diversas localidades de esta entidad. La solución del IFE fue eliminarlos del listado nominal.

Al término de la pasada jornada electoral, el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) –uno de los primeros en aprobar las planillas de candidatos ciudadanos e independientes– informó a la opinión pública que las elecciones fueron “limpias”. También las adjetivó como “pacíficas, transparentes y democráticas”. Habrá que esperar a que el partido del sol azteca presente el expediente con las irregularidades electorales que se registraron el domingo para corroborar la afirmación de este organismo, que dicho sea de paso, logró la apertura exitosa de las mil 726 casillas a lo largo del territorio quintanarroense. 

Lo más triste de este caso en particular es que, en el afán de frenar la práctica del turismo electoral, se cometieron algunas violaciones a los derechos humanos. Me refiero específicamente a las afectaciones y retrasos que experimentaron cientos de personas que arribaron al destino turístico más importante de México. La policía de ese municipio (gobernado por el PRD) detuvo a todos los autobuses de turismo nacional que arribaron a Cancún entre las 7 y 10 de la mañana, obligando a los usuarios –sospechosos de ser “turistas electorales”– a descender y abandonar las unidades que los transportaban. A todos ellos se les dejó con sus maletas en la entrada de la ciudad, violando así su derecho al libre tránsito. 

En las elecciones del pasado domingo, marcadas por las descalificaciones y acusaciones de actos de corrupción entre los principales partidos políticos de México, estuvieron en juego 1,374 puestos de elección: 931 presidencias municipales, 272 diputaciones de mayoría relativa y 170 plurinominales, así como un gobernador en Baja California.

Por cierto, en esta entidad de la República mexicana el Consejo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) tomó el acuerdo de no validar los resultados del PREP, debido a los errores que presentó su cómputo. Así es que por el momento no hay nada para nadie, aunque no está por demás recordar que, con más del 90 por ciento de las casillas computadas, el panista Francisco Vega de Lamadrid aventajaba al priista Fernando Castro Trenti.

Por último, considero necesario señalar que los mexicanos tenemos ante nosotros un gran desafío: resolver el preocupante problema del abstencionismo, ocasionado por el creciente malestar de la población hacia la clase política mexicana, así como por las irregularidades y la falta de transparencia que suelen ensombrecer los procesos electorales. Estará de acuerdo conmigo, estimado lector, que el abstencionismo y las prácticas que lo originan le hacen  muchísimo daño a nuestra endeble democracia.


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