martes, 18 de diciembre de 2012

¿ES EL “ANTISIONISMO” UNA VELADA FORMA DE ANTISEMITISMO?



Armando Maya Castro


Los nazis, con Hitler a la cabeza, pusieron en marcha una política antisemita de persecución y eliminación de los judíos


El Diccionario de la Real Academia Española define el término “antisemita” de la siguiente manera: “enemigo de la raza hebrea, de su cultura o de su influencia”. El antisemitismo es un conjunto de sentimientos, prejuicios y prácticas xenófobas en contra de los judíos; alcanza su máxima expresión en el holocausto nazi, llegando hasta el exterminio de aproximadamente 6 millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial.

El pasado 10 de diciembre leí en el sitio web “enlacejudío” un artículo firmado por Claudia Prieto, publicado bajo el siguiente título: “Antisemitismo en México: una silenciosa realidad”. En dicho artículo se señala, entre otras cosas, que “el antisemitismo se manifiesta en diversos ámbitos de la vida del mexicano, sin que, a veces, se reconozca”.

El investigador Roberto Blancarte, al referirse a esta forma de discriminación que es el antisemitismo, escribía hace poco más de dos décadas: “…ese claro signo de la intolerancia está, desafortunadamente, presente entre nosotros: el antisemitismo es un sentimiento común entre muchos mexicanos”.

Algunos actos de antisemitismo perpetrados en nuestro país han sido denunciados en tiempo y forma al Conapred, organismo que se ha encargado de documentar y denunciar dichos atropellos a las autoridades competentes, sin que los responsables hayan recibido las sanciones correspondientes. Esta impunidad, lejos de contribuir a la erradicación de este tipo de discriminación, la fomenta.

En el artículo de Claudia Prieto se mencionan tres formas de antisemitismo: 1) el que nace de la ignorancia; 2) el que se basa en prejuicios típicos; 3) y el antisemitismo “moderno”, que “se esconde bajo la careta del anti israelismo”. Al explicarnos los detalles de esta última forma de antijudaísmo, la autora nos dice: “Logros científicos, culturales, relaciones comerciales se olvidan, los muertos israelíes no se cuentan y los ataques de grupos árabes se justifican. Y entonces el antisemitismo ya no se condena, pues ser anti israelí es políticamente correcto y se justifica fácilmente «no es que tenga algo en contra de los judíos sólo estoy a favor del boicot a Israel»”.

En esa misma dirección se pronuncia el periodista Egon Friedler, quien afirma que “la  falacia de que el antisionismo no es antisemitismo sólo convence a los antisemitas que creen no serlo”. Las diversas expresiones de violencia musulmana,  sostiene Friedler, no provocan manifestaciones en Occidente, ni editoriales, ni pronunciamientos de partidos o intelectuales. “Pero si Israel después de meses de ataques con cohetes contra su población civil decide contraatacar a quienes la atacan, se desata una furia cósmica. Israel es el diablo universal, el genocida, el culpable crónico de todos los males del mundo. Las condenas se multiplican”.

Algunas voces sostienen que no puede calificarse como antisemitas a quienes condenan por diversos medios la política de Israel contra los palestinos. Tal vez prefieran el término “antisionista”, que alude a quienes se oponen al “sionismo”, movimiento político surgido a finales del siglo XIX que propugnó por establecer un Estado nacional judío en Palestina. 

Aquellos que ven en el “antisionismo” una velada forma de antisemitismo, se preguntan: “¿Qué tienen de especial los judíos que no merecen la autodeterminación? ¿Acaso no todos los pueblos merecen esto? Es decir, el antisionismo, al menos conceptualmente, no deja de ser una forma encubierta de antisemitismo, dado que el pueblo judío recibe un tratamiento diferencial y discriminatorio en relación con su derecho a la autodeterminación”.

En mi opinión, son dignos de condena los excesos cometidos por los judíos en el conflicto Palestino-Israelí, como aquellos que cometen los musulmanes en el mismo marco. Lo que me parece incorrecto es que haya personas que en lugar de condenar los actos de violencia cometidos por Israel en ese lamentable conflicto, se dediquen a denostar e incitar de manera irresponsable el odio en contra de toda una raza, la judía. 

Si estamos interesados en disminuir la violencia que lacera al mundo actual, debemos comenzar eliminando la discriminación contra los judíos, así como contra los musulmanes y demás pueblos que, por su raza o religión, han sido violentados en sus derechos humanos. El fin de la discriminación en cualquiera de sus formas es lo único que puede ayudar a que los humanos podamos construir un mundo en paz, libre de barreras raciales, ideológicas, económicas, culturales y religiosas.
 


@armayacastro



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