sábado, 12 de mayo de 2012

BAJA CALIFORNIA Y MICHOACÁN RECHAZAN LA REFORMA DEL ARTÍCULO 24 CONSTITUCIONAL


POR ARMANDO MAYA CASTRO

Congreso del Estado de Michoacán / Foto: Vanguardia/Especial


El pasado martes 8 de mayo, el Congreso del estado de Baja California rechazó la reforma del artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta información fue ampliamente difundida por las redes sociales, pero también a través de diversos medios de comunicación de esa entidad. Gracias a ello, los mexicanos nos enteramos que el rechazo a la citada modificación legislativa se llevó a cabo de manera unánime, sin que existiera ningún voto a favor de la misma.

El 27 de abril, el Poder Legislativo del estado de Morelos votó también en contra de la reforma del artículo 24 constitucional, convirtiéndose en un ejemplo para el resto de las legislaturas estatales. Por alguna extraña razón, algunos actores políticos han preferido no dar a conocer lo que estos congresos han hecho en relación con la citada reforma. Me refiero al caso específico de Héctor Larios Córdoba, ex coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, quien el pasado 9 de mayo faltó a la verdad al sostener ante 23 de los 35 diputados de Campeche que la reforma del artículo 24 constitucional sólo ha llegado al pleno en el Congreso del Estado de México, y que ésta se aprobó con apenas uno o dos votos en contra. 

Larios Córdoba, quien es candidato plurinominal panista al Senado de la República por el estado de Sonora, mintió también al decirle al citado grupo de legisladores que la reforma del artículo 24 constitucional es acorde a cinco tratados internacionales, entre ellos la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lástima que ninguno de los legisladores campechanos le haya preguntado al político sonorense en qué tratado internacional se encuentra la expresión “libertad de convicciones éticas” que se inserta en el texto aprobado “fast track” el 15 de diciembre de 2011 por la Cámara de Diputados, y por el Senado de la República el pasado 28 de marzo.  

Lo importante de todo esto es que, al margen de la estrategia de políticos como Larios Córdoba, los congresos estatales están cumpliendo patrióticamente su deber de legislar en pro del Estado laico, sin privilegiar ninguna confesión, opinión o forma de ver el mundo. El día de ayer, mientras escribía la presente columna, un importante medio de comunicación del estado de Michoacán daba a conocer en su página web que el Congreso de esa entidad había rechazado la reforma del artículo 24 constitucional, acción que tuvo el reconocimiento inmediato de los integrantes de Foro Cívico México Laico, quienes permanecieron afuera del recinto legislativo desde el inicio de la sesión y hasta el término de ella. Al recibir esta buena noticia, los manifestantes unieron sus voces para entonar el himno nacional, reconociendo al término del mismo la decisión del pleno de la LXXII Legislatura estatal. 

El Congreso michoacano consideró que “la laicidad de la educación impartida por el Estado es un principio jurídico, histórico y político que la nación mexicana ha adoptado como uno de los pilares del sistema constitucional". Convencidos de esto, los legisladores asentaron en su dictamen: “Ni la reforma que aquí se propone al artículo 24, ni ningún instrumento internacional, ni ninguna otra norma interna o externa podrán alterar, modificar, matizar o condicionar la laicidad de la educación que imparte el estado, que de manera invariable deberá mantenerse ajena a cualquier doctrina religiosa”.

Los mexicanos estamos seguros de que, a la semejanza de los congresos de Morelos, Baja California y Michoacán, muchas otras legislaturas estatales rechazarán también la reforma del artículo 24 constitucional. Y lo harán porque se han dado cuenta que dicha reforma pone en manos del Estado el monopolio, ya no sólo de lo jurídico, sino también de lo ético, abriendo el camino para futuras modificaciones, en perjuicio del Estado laico y de las minorías religiosas del país. Lo que falta por hacer es mucho, pero lo logrado en estos tres congresos nos da la certeza de que en México existen legisladores interesados en la defensa del Estado laico y de los derechos y libertades que de él emanan. Esto nos motiva para seguir rechazando con firmeza la reforma del artículo 24 constitucional. 


Twitter: @ArmayaCastro

2 comentarios:

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  2. es un gusto inmenso saber que la lucha por defender al Estado Laico Mexicano, sigue dando frutos, y que todavía hay hombres honestos y fieles a su país que no se venden y no venden a México por unos billetes, y que ven las generaciones venideras que se benefician de sus decisiones.

    Por un Estado Laico seguimos luchando!

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