Por Armando Maya Castro
Un día como hoy, pero de 1512,
fueron dictadas las Leyes de Burgos, conocidas también como Ordenanzas para el
tratamiento de los indios. En la redacción de estas leyes intervinieron los
teólogos dominicos Tomás Durán, Pedro de Covarrubias y Matías de Paz, así como los
licenciados Hernando de Vega, Luis Zapata y Santiago Zapata; todos ellos
reunidos en la ciudad de Burgos bajo la presidencia del Consejero Real Juan
López de Palacios Rubios.
La Junta de Burgos dio como
resultado la redacción de las primeras leyes que la monarquía española dictó
para el Nuevo Mundo, con el propósito de proteger a los indios del maltrato
español. A fines de 1511, el fraile dominico Antonio de Montesinos había
condenado mediante enérgico sermón la crueldad de los españoles, preguntándoles:
"Decid: ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible
servidumbre aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables
guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan
infinitas dellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo
los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus
enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os
mueren, o por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y
qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y criador, sean
baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres?
¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros
mismos?" (Las Casas 1965b, t.° II: 441-442).
Las Leyes de Burgos no remediaron
nada. Sólo concedieron a los indios una libertad teórica, pero sin abolir la Encomienda,
en cuya vigencia la mayoría de los encomenderos –salvo honrosas excepciones– abusaron
de los indios que les fueron confiados para instruirlos religiosamente.
El sistema de Encomiendas, establecido
por Cristóbal Colón en las Antillas, fue la primera institución jurídica en los
territorios conquistados por España; legalizó la inhumana explotación de los
indios y, en algunos lugares, llegó a diezmar a la población indígena,
generando la indignación de algunos españoles, entre ellos los dominicos.
Joseph Pérez, en su libro Isabel y Fernando: Los Reyes Católicos, apunta
que las Leyes de Burgos “consagraron en derecho una situación de hecho;
legalizaron la institución del trabajo forzado, cosa que sin duda no era el objetivo
buscado. Esas leyes se basan en la idea implícita de que los indios son seres
poco evolucionados, incapaces de gobernarse por sí mismos y a los que en
consecuencia, por su propio interés, se debe someter a los españoles".
Cuando Hernán Cortés y sus tropas conquistaron
México, entre 1519 y 1521, el sistema de Encomiendas vigente en las Antillas se
aplicó también en nuestro país. Cortés distribuyó encomiendas entre los
conquistadores, explicando mediante carta al monarca español: “…fuéme casi
forzado depositar los señores y naturales de estas partes a los españoles”. Lo
hizo así porque, según él, se veía en la obligación de recompensar a sus
hombres y también atender al beneficio de la Real Hacienda (Cortés, Hernán
(1976). Manuel Alcalá, ed. Cartas de
relación. Porrúa. p. 171).
Entre los primeros encomenderos hubo
clérigos católicos. Esto fue así hasta la promulgación de las Leyes Nuevas, un
conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542, que confirmaba “la
definitiva abolición de cualquier forma de esclavitud o de trabajo forzado de
los indios, moderaban el importe de su tributo, declaraban suprimidas las
encomiendas cuyos titulares fuesen miembros del clero, funcionarios públicos o
personas sin título legítimo”, escribe Guillermo Céspedes en su libro Ensayos sobre los reinos castellanos de
Indias.
En octubre de 1545, el rey Carlos V
suspendió el capítulo XXX de las Leyes Nuevas, que prohibía la herencia de las
encomiendas. Así, la corona española condescendió a las exigencias de los ex
titulares de las encomiendas, entre ellos algunos clérigos, interesados en recuperar
sus anteriores privilegios.
Aunque las encomiendas fueron
abolidas entre 1718 y 1720, de entonces a la fecha los pueblos indígenas de
varios países de América, incluidos los de México, han sido objeto de
explotación, discriminación y malos tratos. Esto ocurre a pesar del trabajo
informativo de los medios de comunicación y de que contamos con leyes que han
sido creadas para eliminar todo tipo de discriminación, incluida la étnica.
Twitter: @armayacastro
Publicado en El El Occidental
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