sábado, 27 de diciembre de 2014

LAS LEYES DE BURGOS

Por Armando Maya Castro
Durante la vigencia de la Encomienda, y después de la abolición de esta inhumana institución, los indígenas de los países americanos conquistados por España fueron objeto de abusos, explotación y malos tratos 

Un día como hoy, pero de 1512, fueron dictadas las Leyes de Burgos, conocidas también como Ordenanzas para el tratamiento de los indios. En la redacción de estas leyes intervinieron los teólogos dominicos Tomás Durán, Pedro de Covarrubias y Matías de Paz, así como los licenciados Hernando de Vega, Luis Zapata y Santiago Zapata; todos ellos reunidos en la ciudad de Burgos bajo la presidencia del Consejero Real Juan López de Palacios Rubios.

La Junta de Burgos dio como resultado la redacción de las primeras leyes que la monarquía española dictó para el Nuevo Mundo, con el propósito de proteger a los indios del maltrato español. A fines de 1511, el fraile dominico Antonio de Montesinos había condenado mediante enérgico sermón la crueldad de los españoles, preguntándoles: "Decid: ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, o por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y criador, sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos?" (Las Casas 1965b, t.° II: 441-442).

Las Leyes de Burgos no remediaron nada. Sólo concedieron a los indios una libertad teórica, pero sin abolir la Encomienda, en cuya vigencia la mayoría de los encomenderos –salvo honrosas excepciones– abusaron de los indios que les fueron confiados para instruirlos religiosamente.

El sistema de Encomiendas, establecido por Cristóbal Colón en las Antillas, fue la primera institución jurídica en los territorios conquistados por España; legalizó la inhumana explotación de los indios y, en algunos lugares, llegó a diezmar a la población indígena, generando la indignación de algunos españoles, entre ellos los dominicos.

Joseph Pérez, en su libro Isabel y Fernando: Los Reyes Católicos, apunta que las Leyes de Burgos “consagraron en derecho una situación de hecho; legalizaron la institución del trabajo forzado, cosa que sin duda no era el objetivo buscado. Esas leyes se basan en la idea implícita de que los indios son seres poco evolucionados, incapaces de gobernarse por sí mismos y a los que en consecuencia, por su propio interés, se debe someter a los españoles".

Cuando Hernán Cortés y sus tropas conquistaron México, entre 1519 y 1521, el sistema de Encomiendas vigente en las Antillas se aplicó también en nuestro país. Cortés distribuyó encomiendas entre los conquistadores, explicando mediante carta al monarca español: “…fuéme casi forzado depositar los señores y naturales de estas partes a los españoles”. Lo hizo así porque, según él, se veía en la obligación de recompensar a sus hombres y también atender al beneficio de la Real Hacienda (Cortés, Hernán (1976). Manuel Alcalá, ed. Cartas de relación. Porrúa. p. 171).

Entre los primeros encomenderos hubo clérigos católicos. Esto fue así hasta la promulgación de las Leyes Nuevas, un conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542, que confirmaba “la definitiva abolición de cualquier forma de esclavitud o de trabajo forzado de los indios, moderaban el importe de su tributo, declaraban suprimidas las encomiendas cuyos titulares fuesen miembros del clero, funcionarios públicos o personas sin título legítimo”, escribe Guillermo Céspedes en su libro Ensayos sobre los reinos castellanos de Indias.

En octubre de 1545, el rey Carlos V suspendió el capítulo XXX de las Leyes Nuevas, que prohibía la herencia de las encomiendas. Así, la corona española condescendió a las exigencias de los ex titulares de las encomiendas, entre ellos algunos clérigos, interesados en recuperar sus anteriores privilegios.


Aunque las encomiendas fueron abolidas entre 1718 y 1720, de entonces a la fecha los pueblos indígenas de varios países de América, incluidos los de México, han sido objeto de explotación, discriminación y malos tratos. Esto ocurre a pesar del trabajo informativo de los medios de comunicación y de que contamos con leyes que han sido creadas para eliminar todo tipo de discriminación, incluida la étnica. 

Twitter: @armayacastro

Publicado en El El Occidental

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