Por Armando Maya Castro
Aunque debería de ser
todo el año, el 10 de mayo es una excelente oportunidad para que los hijos
festejen a sus madres, esos seres admirables que son el corazón de la casa, que
tienen la facultad de multiplicarse sin perder sus fuerzas, y la capacidad de
dar amor a sus hijos e hijas en todo tiempo y circunstancia.
El Día de las Madres es
también la oportunidad para reconocer el tesón de las mujeres que han logrado
escalar posiciones en diferentes áreas de la sociedad, así como la trayectoria de
aquellas que han dedicado su tiempo y sus vidas a ayudar a los sectores más vulnerables
y desfavorecidos de la sociedad.
En mi anterior artículo
prometí escribir el día de hoy sobre la trayectoria de una mujer que admiro desde
hace ya varias décadas. Me refiero a la diaconisa Eva García de Joaquín, esposa
del Excelentísimo Apóstol de Jesucristo Doctor Samuel Joaquín Flores, Director
Internacional de la Iglesia La Luz del Mundo, quien está próximo a cumplir 50
años de Apostolado, con resultados espirituales y sociales que son el asombro de
propios y extraños.
Desde hace varias
décadas, las virtudes y sentimientos de esta admirable mujer la han impulsado a
realizar una persistente labor filantrópica que ha favorecido a miles de personas
y familias de escasos recursos. Esas acciones gozan del reconocimiento de su
esposo e hijos, así como de la profunda y sincera admiración de miles de
hombres y mujeres de la comunidad, quienes han visto en su labor altruista un
ejemplo digno de ser imitado.
Aparte de la bondad de
su corazón, la rectitud y generosidad de sus sentimientos, hay algo que explica
el proceder honesto y magnánimo de la hermana Eva García. Me refiero a su
cercanía con el Hermano Samuel Joaquín, a quien se unió en matrimonio el 17 de
mayo de 1962, y con quien procreó siete hijos.
Al lado del Apóstol de
Dios aprendió a servir con amor a sus semejantes; tuvo la experiencia de colaborar
con él en el ejemplar trabajo de instrucción de todos y cada uno de sus hijos, logrando
la formación de valores y principios cristianos en el corazón de todos ellos.
Sobre la vida y obra de esta
gran mujer podría referir innumerables cosas buenas: el apoyo al trabajo de
evangelización del Enviado de Dios, acompañándolo en sus giras y viajes
apostólicos; los consejos que ha impartido a centenares de misioneras y esposas
de ministros; el ejemplo de honestidad y humildad que ha dado a las mujeres de
la Iglesia de Dios; las atenciones que ha dispensado al grupo de hermanas que
han sido puestas bajo su cuidado y dirección en la colonia Hermosa Provincia de
esta ciudad de Guadalajara.
Sin embargo, me referiré
concretamente a la creación de la Fundación Eva García de Joaquín A. C., cuyo objetivo
principal es velar por el bienestar y la seguridad de los huérfanos, viudas y
desamparados. Para entender lo que es actualmente esta fundación, es obligado
remontarnos al 8 de noviembre de 1986, fecha en que fue creado el Grupo Tabita,
que comenzó a realizar un trabajo consistente en la preparación y suministro de
alimentos gratuitos a los hermanos de escasos recursos que fueron invitados a la
Santa Cena de 1987. De entonces a la fecha, la atención a estos comedores ha
ampliado su cobertura y mejorado sus atenciones, como lo han consignado algunos
medios de comunicación.
A principios de 1992, el
Grupo Tabita cambió su nombre por el de Elisa Flores, manteniendo inalterables los
propósitos altruistas que dieron origen a su formación. Se le denominó así en
memoria de la esposa y compañera del Apóstol
Aarón Joaquín González, mujer de incuestionables virtudes, que fue ejemplo de
honestidad, generosidad y fidelidad a lo largo de su piadosa vida.
En 1999, con el lema “Tu
sierva para lavar los pies de los hijos de Dios”, el grupo Elisa Flores se
constituyó en la Fundación Elisa A. C. Sin alterar el propósito de su nacimiento,
y siguiendo el ejemplo altruista del Doctor Samuel Joaquín, la Asociación Civil
antes mencionada continuó velando por el bienestar de los desvalidos y de numerosas
familias establecidas en las colonias y barrios pobres de la Zona Metropolitana
de Guadalajara, a quienes proporciona, entre otros apoyos, despensas semanales
y atención médica gratuita durante todo el año.
El 4 de noviembre de
2011, cuando la fundación estaba próxima a cumplir 25 años de ininterrumpida
labor social, el Apóstol de Jesucristo deseó que dicha Asociación Civil llevara
el nombre de su presidenta y directora general, reconociendo así las acciones de
amor y el esfuerzo de fe de esta extraordinaria mujer.
Hoy, a más de 27 años de
su formación, la Fundación Eva García de Joaquín ha trascendido las fronteras y
se encuentra trabajando bajo los mismos principios en Honduras, Guatemala, El
Salvador, Estados Unidos y España. En estos países y en el nuestro, así como en
las demás naciones donde la Iglesia La Luz del Mundo tiene presencia, los ministros
y fieles de esta institución reconocen las virtudes y méritos de una mujer cuya
entrega cotidiana tiene el propósito de agradar a Dios y de ser alegría para el
Apóstol de Jesucristo. ¡Felicidades!
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