jueves, 7 de agosto de 2014

COMO LA LUZ DE LA AURORA

Por Armando Maya Castro

“Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo” (Hechos 2:47). Con estas palabras, Lucas el evangelista describe el trabajo de evangelización que realizaban los apóstoles en la Iglesia primitiva, cumpliendo así la ordenanza expresada por Jesucristo antes de ascender al cielo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Esta labor de predicación diaria y de sincero amor por las almas logró que la Iglesia de Dios creciera vertiginosamente en la vigencia de la primera dispensación apostólica, manifestada a miles las almas en el siglo primero de nuestra era. El siguiente texto bíblico es particularmente elocuente respecto al crecimiento que la Iglesia alcanzó a través del poder persuasivo de la palabra apostólica: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hechos 2:41). 

En el tiempo actual, que es el tiempo de la restauración, esa misma Iglesia sigue creciendo como la luz de la aurora; crece por el poder de la palabra revelada, como sucedió en el tiempo de la Iglesia instaurada. Hablamos de un crecimiento real, no ficticio; un crecimiento que puede ser testificado por quienes pertenecen a la Iglesia La Luz del Mundo, pues la mayoría de ellos, en todos y cada uno de los países donde esta Asociación Religiosa tiene presencia, ha contribuido con su testimonio y predicación a la expansión del Evangelio.

Ante las afirmaciones de crecimiento por parte de la Iglesia La Luz del Mundo puede haber personas ajenas a la comunidad que se formulen las siguientes preguntas: ¿por qué si el crecimiento de este pueblo es real no asiste un mayor número de hermanos a la Santa Convocación? ¿Por qué desde hace varios años únicamente vienen a Guadalajara 300 mil miembros de esta comunidad religiosa? 

El apóstol de Jesucristo doctor Samuel Joaquín Flores es un hombre que conoce perfectamente bien la capacidad hospitalaria de las iglesias esparcidas en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Con base en ello, convoca únicamente al número de familias que pueden ser albergadas por los hermanos que viven en esta ciudad, no más.

El que cada año asistan a la Santa Convocación poco más de 300 mil fieles no significa que la Iglesia La Luz del Mundo haya dejado de crecer. Significa que la dirige un hombre responsable, que convoca únicamente a la cantidad de hermanos que pueden recibir hospedaje digno durante su estancia en esta ciudad. 

¿Y qué sucede con quienes no asisten a esta festividad? ¿Cómo se unen los que no vinieron al regocijo espiritual de quienes están aquí porque su situación económica les permitió asistir a la solemnidad más importante de La Luz del Mundo? Los ausentes, que es el número más elevado de fieles de esta institución, no están privados del ambiente de fiesta que reina en Hermosa Provincia. Todos ellos, desde el más cercano hasta el más lejano, reciben los beneficios de la oración apostólica, además de estar al tanto de los pormenores de la festividad, recibiendo a través del Internet las enseñanzas que a partir de hoy se impartirán en todas las sedes del evento. 

Desde hace algún tiempo, las redes sociales juegan un papel importantísimo en la comunicación que se da entre los miembros de la comunidad en los días de la festividad. A través de ellas, los presentes y los ausentes interactúan entre sí, compartiendo enseñanzas, experiencias y consejos. Esta comunicación se practica fuera de los horarios de culto, conscientes de que la edificación real se logra a través de la palabra y la oración, elementos que contribuyen a perfeccionar la unidad espiritual del Cuerpo de Cristo, el anhelo más grande de Dios y de los integrantes de la familia de la fe, quienes continuarán preparándose para ser dignos participantes de la Mesa del Señor el próximo 14 de agosto.

Twitter: @armayacastro 

Publicado en la edición impresa de El Occidental el día 7 de agosto de 2014

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