jueves, 9 de enero de 2014

ESTRATEGIA NACIONAL CONTRA EL SECUESTRO



Por Armando Maya Castro


A pesar de los operativos, medidas y esfuerzos de las autoridades de los tres niveles de gobierno, el secuestro en México ha experimentado un alarmante crecimiento en los últimos meses: “entre enero y noviembre de 2013 se registraron 1,583 secuestros, el 32% más que en el mismo periodo de 2012, cuando hubo 1,196. Un dato más: de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013, realizada por el INEGI, cada cinco minutos ocurre un secuestro en nuestro país.

A los primeros datos hay que añadir el número de secuestros que –por temor a las represalias, y por desconfianza de las familias afectadas en los cuerpos policiacos– no son denunciados ante las autoridades competentes. Hace apenas unos años, en 2011 para ser exactos, sólo 1 de cada 10 secuestros era denunciado.

Hasta el día de hoy nadie ha podido detener el alza de este fenómeno, ni siquiera la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, que contiene sanciones durísimas para quienes participen en la realización de esta práctica criminal. Tampoco lo logró la guerra que Felipe Calderón Hinojosa le declaró a la delincuencia organizada, cuya participación en actividades de secuestro ha ido en aumento.

Esto lo sabe perfectamente bien Enrique Peña Nieto, quien se ha propuesto combatir a fondo el secuestro, conducta ilegal que constituye una violación a los artículos 1, 3, 5, y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones unidas el 10 de diciembre de 1948.
La Secretaría de Gobernación (Segob), por conducto de su titular, Miguel Ángel Osorio Chong, acaba de anunciar que ha creado la estrategia nacional contra el secuestro, cumpliendo así las instrucciones que le fueron dadas por el Jefe del Ejecutivo Federal durante la 35 sesión del Consejo Nacional de Seguridad, celebrada el pasado 20 de diciembre.
De acuerdo con las declaraciones de Osorio Chong, los mexicanos conoceremos la semana próxima los pormenores de esta estrategia, que incluye, además, la creación de una unidad para “atender directamente este delito que ha tenido alta en el país”. Habrá que esperar que Peña Nieto y Osorio Chong afinen los detalles del anuncio y nos den a conocer el nombre y cargo del responsable de la estrategia.
Los mexicanos esperamos resultados positivos de la estrategia nacional contra el secuestro, y que ésta no resulte estéril como el famoso Programa Nacional para Prevenir, Perseguir y Sancionar el Secuestro, que recicló la infructuosa Estrategia Nacional e Integral Contra el Delito de Secuestro, “dada a conocer tras la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, luego de los secuestros del adolescente Fernando Martí y la joven Silvia Vargas Escalera”.
Se acordará usted, amable lector, que el Programa Nacional para Prevenir, Perseguir y Sancionar el Secuestro se centraba en la creación de unidades especializadas contra el secuestro, una plataforma para el intercambio de información, campañas de prevención del secuestro, módulos especiales en los penales federales para recluir a los secuestradores y combatir la corrupción.
La aprobación de este programa se llevó a cabo el 30 de junio de 2011, en el marco de la 30 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, donde los gobernadores de México y diversos funcionarios federales aprobaron el plan antes mencionado, acordando redoblar el combate al delito del secuestro, mediante la creación en cada uno de los estados de Unidades Especializadas Antisecuestros.
Las cifras actuales en materia de secuestro revelan la insuficiencia de todas estas acciones. Por ello, la ciudadanía exige que se trabaje más y mejor en las campañas de prevención de este abominable delito y que se mejore la calidad de los servicios en materia de procuración e impartición de justicia.
En lo que respecta a Jalisco y al tema que nos ocupa, es bueno saber que el secretario de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco fue rescatado sano y salvo el pasado domingo, luego de que fuera víctima de secuestro.

martes, 7 de enero de 2014

“GAZOLINAZOS” Y CUESTA DE ENERO



Por Armando Maya Castro



La reforma energética, que abrirá la explotación de los hidrocarburos a la inversión privada, no acabará con los "gasolinazos". Así lo dio a conocer Acción Nacional, el partido que de la mano del PRI aprobó la modificación de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, desatando un alud de inconformidades, críticas y opiniones que fueron del dominio público. 

Cuando el senador panista Héctor Larios declaró que las gasolinas y el gas van a seguir en precios internacionales, y que los mexicanos tendremos que seguir aguantando dos años más de gasolinazos, no le dijo al pueblo de México una novedad o algo que éste ignorara. Le dijo algo que ya todos sabíamos: que con o sin reforma energética los aumentos a la gasolina continuarán en el año 2014, algo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público había anunciado desde el pasado mes de diciembre.

Una realidad que nadie puede negar es que el aumento mensual al precio del diésel y la gasolina ha comenzado a incrementar de manera importante los precios de los productos de la canasta básica, que con la recién aprobada reforma fiscal se ha vuelto inalcanzable para millones de familias mexicanas. 

Recordará usted que los gasolinazos, tan temidos y repudiados a lo largo y ancho de nuestro país, fueron implementados en el sexenio pasado con el fin de reducir la carga que sobre las finanzas públicas tiene el subsidio a los combustibles. 

El presidente Enrique Peña Nieto, quien en la pasada administración panista expresó su rechazo a los gasolinazos, los ha mantenido en lo que va de su sexenio. Lo ha hecho bajo el argumento de evitar un deterioro importante y permanente de las finanzas públicas del país, finalidad que no se ha cumplido. Esto lo sabe perfectamente bien el Jefe del Ejecutivo Federal, quien también sabe que el aumento mensual al precio de la gasolina ha terminado incrementando el costo de los fletes y peajes en perjuicio de las familias mexicanas que viven en condiciones de extrema pobreza.

Diversos actores políticos y sociales han señalado esta incongruencia y han levantado la voz a lo largo de la presente administración pidiendo la congelación de los aumentos de los productos derivados del petróleo. Estas voces han sido ignoradas una y otra vez, lo mismo que las protestas de los mexicanos convencidos de que los constantes aumentos a los combustibles provocan incrementos en los costos del transporte, afectando severamente a los sectores agrícola, pesquero, industrial, comercial y al público en general. 

Hay quienes consideran que esta avalancha de aumentos hará de la presente cuesta de enero la peor de todas, debido a las reformas que se han aprobado en los últimos meses. El golpe más severo –nos dicen– lo sufrirán aquellas familias mexicanas que tuvieron un considerable desgaste económico en las pasadas fiestas decembrinas, así como la población de bajos recursos.

El problema, justamente, es este: se efectúan incrementos y se crean nuevos impuestos en nombre del progreso de México y del bienestar de los más necesitados, cuando son éstos los que terminan sufriendo las consecuencias de esta insensibilidad gubernamental.

Los mexicanos esperan que el gobierno de Enrique Peña Nieto se muestre mucho más sensible ante la pobreza y la miseria que golpea a las familias más pobres de México, a quienes les espera una cuesta de enero dificilísima, que amenaza con prolongarse a lo largo de todo el año. Ojalá que Peña Nieto y su gabinete entiendan que la pobreza no se combate con más impuestos, ni se puede cubrir con discursos cargados de superficialidad, que terminan lastimando más al pueblo de México. Estará de acuerdo conmigo, estimado lector, que el pueblo de México merece que sus gobernantes le hablen con la verdad en todo tiempo.

sábado, 4 de enero de 2014

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN AL INICIO DEL 2014



Por Armando Maya Castro



El pasado 2 de enero, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) dio a conocer que durante el 2013 se duplicó el número de agresiones en contra del derecho a la libertad de expresión, siendo el Distrito Federal la entidad que más agresiones registró (123), seguida de Oaxaca con 50, y Veracruz con 43.

Esta es la dolorosa realidad de México en materia de libertad de expresión, a pesar de que el artículo sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que "el derecho a la información será garantizado por el Estado".

Vivimos en un país en el que –a diferencia de algunas naciones de África y Asia– no existen leyes que restrinjan a los medios de comunicación la libertad de expresión o de prensa. Esto no significa que el ejercicio de dicha libertad se halle plenamente garantizado en nuestro país, donde las amenazas y agresiones a los representantes de los medios de comunicación están a la orden del día.

México es uno de los países donde los funcionarios corruptos y la delincuencia organizada ven en el ejercicio de la libertad de expresión una amenaza a sus intereses. Así fue el año pasado y el antepasado, lo que explica las constantes agresiones en agravio de quienes han dedicado sus vidas a investigar y difundir información sobre los actos de corrupción gubernamental y las  acciones de los grupos criminales. 

Frank Bealy señala que la libertad de expresión "abarca un conjunto de derechos democráticos muy importantes", que permiten "que las personas expresen sus opiniones y preferencias y se las comuniquen a otros; asimismo, posibilitan la crítica al poder y son esenciales para la libertad de oposición al gobierno". El autor de "Diccionario de ciencia política" agrega: donde existe esta libertad "no hay autoridad sagrada".

Pero, ¿cuáles son los métodos más utilizados para coartar la libertad de expresión? El "Informe de la Relatoría para la Libertad de Expresión" del año 2000 menciona que son las "amenazas tanto físicas como psíquicas, los hostigamientos, intimidaciones y la utilización de la legislación interna para entablar acciones judiciales contra los medios de comunicación y los comunicadores sociales".

Los problemas de los medios de comunicación de nuestro tiempo son distintos a los que tuvieron los periódicos que aparecieron al inicio de la Guerra de Independencia, algunos de los cuales llegaron a ser prohibidos durante el gobierno virreinal. Tal es el caso del Ilustrador Americano, que contaba con lectores entre los habitantes de la Ciudad de México, así como entre los dirigentes del movimiento insurgente. El gobierno virreinal, para contrarrestar la influencia de este medio, creó "El Verdadero Ilustrador Americano", cuya dirección fue confiada a José Mariano Beristáin de Souza, canónigo de la Catedral Metropolitana. 

En nuestro tiempo, los riesgos de la libertad de expresión son otros. Aunque no existen decretos emitidos por el Congreso de la Unión para bloquear la actividad periodística de los medios de comunicación, la historia del año 2013 registró 424 atentados en contra de la libertad de expresión, más del doble que los 184 registrados durante 2012. Los anteriores datos son contundentes e indican cómo empezamos el 2014 en materia de libertad de expresión.

Vuelvo a aclarar –como lo he hecho en anteriores columnas– que las violaciones a la libertad de expresión no son privativas de la actual administración. Estos casos se dieron en la administración de Vicente Fox Quesada y abundaron en la de Felipe Calderón Hinojosa, sexenio que fue evaluado por la ONU y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como uno de los más peligrosos para el ejercicio de la libertad de expresión, debido a la falta de garantías para ejercer el periodismo. 

Más allá de los discursos que se escuchan por doquier, las autoridades de la presente administración deben reconocer que no sólo le han fallado a los periodistas de México, sino también a la totalidad de los mexicanos, quienes tienen el derecho a ser debida y verazmente informados.

jueves, 2 de enero de 2014

UNA ORACIÓN ESPERADA

Por Armando Maya Castro


Templo sede internacional de la Iglesia La Luz del Mundo, donde la noche del pasado 31 de diciembre se celebró el servicio de adoración con motivo del año nuevo. Ahí, los fieles de esta Asociación Religiosa adoraron al Creador del universo y esperon la oración que el Apóstol de Jesucristo, Doctor Samuel Joaquín Flores, elevó en favor de las iglesias esparcidas en México y el mundo. (Foto: Raúl Macías)



La cita fue en el templo sede internacional de la Iglesia La Luz del Mundo, donde la noche del pasado 31 de diciembre transcurrió en medio de ruegos dirigidos al Creador, cánticos de gozo y gratitud y reflexiones de carácter doctrinal. 

El ambiente festivo, de alegría y regocijo espiritual, era más que evidente en todos los espacios de la colonia Hermosa Provincia, mismos que fueron abarrotados por más de 40 mil fieles procedentes de las distintas colonias y barrios de la Zona Metropolitana de Guadalajara, así como de varias ciudades de México y Estados Unidos.

La última noche del año fue la noche de la espera. La califico así porque la multitud reunida en Hermosa Provincia esperaba algo realmente especial. No esperaba participar en el clásico ritual que consiste en comerse 12 uvas al compás de las campanadas, creyendo que quien lo haga tendrá un año próspero. Tampoco esperaba presenciar una fiesta con música y fuegos artificiales, brindis callejeros y mucha bulla, prácticas inusuales en las ceremonias religiosas de la Iglesia La Luz del Mundo.

¿Esperaban acaso los fieles de la Iglesia las acostumbradas felicitaciones y los abrazos que suelen darse al término del servicio de adoración que se realiza el 31 de diciembre? Desde luego que no esperaban esto, tampoco la suculenta cena que las iglesias de la zona metropolitana de Guadalajara impartirían horas después en el Centro Recreativo Samuel Joaquín Flores.

¿Qué esperaban entonces los miembros de la Iglesia La Luz del Mundo la última noche del año? Esperaban la llegada del 2014, porque en los primeros minutos de este año se iba a elevar a Dios la súplica esperada: la del Apóstol de Jesucristo, Doctor Samuel Joaquín Flores, quien demandaría la misericordia  del Altísimo en favor de su pueblo.

Pero antes de que esta oración fuese elevada, hubo momentos de consejo, reflexión y análisis, tanto en el desarrollo del servicio de adoración como en el punto de doctrina, presididos por los pastores evangelistas Naasón y Benjamín Joaquín García, respectivamente. 

El servicio de adoración, que el hermano Naasón Joaquín calificó como un servicio de meditación, estuvo marcado por el fervor espiritual de todos y cada uno de los participantes, incluidos los orfeones de la Iglesia, cuya ferviente participación provocó el análisis y la reflexión de los fieles, además de contribuir a incrementar el regocijo espiritual de éstos. 

Desde el principio, el hermano Naasón invitó a los fieles de la Iglesia a realizar un examen de sus propias vidas. Pidió no caer en el error de minimizar las ofensas propias y magnificar las ajenas, pues ante Dios –dijo categórico– el pecado es pecado y su pago es la muerte espiritual, independientemente de la naturaleza del mismo. Explicó que esta muerte consiste en vivir sin la comunión de Dios, es decir, separados de Dios y de sus bendiciones. Por ello insistió en la necesidad de un análisis sincero para poder alcanzar los beneficios de la oración de misericordia, tan esperada por los integrantes de la Iglesia de Dios. 

Al término del servicio, llegó el momento de reflexión con base en la Palabra de Dios, que fue impartida por el hermano Benjamín Joaquín, quien explicó con ejemplos bíblicos que la sinceridad y el arrepentimiento son elementales para ser abarcados por la oración apostólica. 

El momento cumbre del evento se vivió cuando el Apóstol de Jesucristo elevó su oración a Dios en favor de los presentes pero también de los ausentes, es decir de los fieles de la Iglesia universal, quienes presenciaron las incidencias del último servicio del año a través del Internet. 

Minutos antes de que el Apóstol de Dios orará por su pueblo, el orfeón monumental de Hermosa Provincia entonó a Dios la alabanza “El año que se va”. Fue entonces cuando los fieles de la Iglesia universal comenzaron a experimentar una alegría indescriptible ante la proximidad del perdón divino, sintiendo que la oración de misericordia abría puertas que permanecían cerradas y presentaba ante ellos una nueva oportunidad para mejorar sus sentimientos, sus obras y sus vidas. 

No terminaba aún la participación del coro cuando el hermano Benjamín Joaquín expresó ante la Iglesia: “Estamos empezando a sentir la gracia de Dios, las cascadas de bendición de lo alto están siendo derramadas en este lugar”. Enseguida, bajo ese manto de espiritualidad que cubría a la Iglesia, expresó: “En estos momentos el representante de Cristo está levantando sus manos ante Dios; su oración la está escuchando el Alto Dios, su plegaria y su ruego por cada uno de nosotros…”. 

Fue en ese instante cuando los miembros de la Iglesia se fundieron en un abrazo espiritual y prolongado con su Creador, recibiendo por medio de la oración apostólica el perdón, la reconciliación y una nueva oportunidad, bendiciones que les han permitido comenzar este año con renovadas fuerzas y con la disposición de seguir siendo mejores en todo.