sábado, 7 de enero de 2017

LOS TRES REYES MAGOS

Por Armando Maya Castro

De acuerdo con las Sagradas Escrituras, la matanza de niños ordenada por el rey Herodes en Belén, con el propósito de segar la vida del niño Jesús, no es primero en tiempo que la llegada de los magos de oriente al pesebre, el único lugar que se halló en la ciudad de David para que María diera a luz al Salvador del mundo. 

Sin embargo, la iglesia mayoritaria celebra primero el Día de los Santos Inocentes (28 de diciembre), establecida por el catolicismo con el propósito de rememorar a los niños asesinados por el sanguinario Herodes. Después celebra la adoración de los magos en el pesebre de Belén (6 de enero), restándole importancia al orden de los acontecimientos bíblicos. El problema es que la mayoría de los católicos leen poco o nada las Sagradas Escrituras, y se limitan a observar con sumisión el calendario de festividades católicas, sin analizar si éstas tienen o no soporte en la Biblia. 

Pero la tradición católica no se limitó a invertir el orden de los ya mencionados acontecimientos bíblicos. Fue más allá de lo que dice la Biblia al otorgar el rango de reyes a los magos cuyas acciones en Israel describe la Biblia en Mateo, capítulo 2. Este relato bíblico no menciona ni una sola palabra sobre la supuesta condición de reyes de los personajes en cuestión; tampoco dice que hayan sido tres, ni que respondieran a los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes se popularizaron en la Iglesia católica a partir del siglo IX, siguiendo no lo que dice la Biblia, sino “el texto de Beda el Venerable, en su Collectánea, recogido en la tradición y que ha perdurado hasta ahora”. 

Si la historia que se ha construido alrededor de estos personajes no tiene base en la Biblia, ¿entonces dónde está su fundamento? La respuesta nos la da el libro titulado “Grandes misterios del cristianismo”, escrito por José Gregorio González Gutiérrez, quien señala que, a partir del relato de Mateo,  "todo lo que sabemos sobre los reyes magos y que miméticamente repetimos cada año, surge una vez más de los textos apócrifos, aquellos que la Iglesia [católica] no acepta pero que a semejanza de lo que ocurre con algunas reliquias y bastantes apariciones marianas, permite". 

En cuanto a la cantidad de los magos que fueron guiados por la estrella al pesebre de Belén, el referido autor apunta: “En primer lugar desconocemos si eran o no tres los personajes, y en cierta iconografía se representan como cuatro, siete e incluso doce". Fue el papa León I quien "dedujo que si tres eran las ofrendas citadas por Mateo (oro, incienso y mirra), tres debían ser igualmente los magos, algo ya sugerido en algún texto apócrifo". Como usted puede ver, se trata de una cuestión de deducción papal, al margen de la Biblia. 

También es resultado de una deducción la supuesta condición real de los magos, "puesto que para destacar la divinidad y rango de Rey del Mundo del recién nacido, nada mejor que reyes adorando el pesebre", refiere González Gutiérrez. Poco faltó para que a los pastores de Belén los elevaran al rango de reyes. Lo digo porque, de esa manera, la corte de reyes adorando al Rey del Mundo en el pesebre, hubiera estado completa.

Concluyo mi columna presentando una porción del Evangelio Armenio de la Infancia, donde tiene fundamento la tradición que dio origen a la celebración del 6 de enero: "Después de caminar nueve meses teniendo de guía a la estrella, llegaron al lugar los tres reyes: Melkon, que reinaba sobre los persas; después Baltasar, que reinaba sobre los indios; y el tercero Gaspar, que tenía en posesión el país de los árabes". La Biblia, única y suficiente regla de fe, jamás menciona los nombres de los magos, ni dice que hayan sido tres, ni reyes. 

Twitter: @armayacastro

1 comentario:

  1. Muy interesante articulo, es bueno estar informado del origen de estas "tradiciones", que muchas veces violan el estado laico de nuestro país.

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