jueves, 23 de abril de 2015

NUEVAS FORMAS DE INTOLERANCIA RELIGIOSA

Por Armando Maya Castro

En la actualidad, los grupos antisectarios, so pretexto de advertir a la sociedad sobre el peligro que representan lo que ellos llaman “sectas”, llevan a cabo una de las formas más despiadadas de intolerancia religiosa.

En todo el mundo han surgido movimientos de esta naturaleza, cuyo modus operandi describe el escritor Pepe Rodríguez, en su obra Adicción a Sectas. Luego de explicarnos cómo todo movimiento social provoca la aparición de contramovimientos, el autor exhibe la injerencia de algunos sectores de la Iglesia católica en dichos grupos: “En el movimiento social antisectario actual se ha producido un peculiar maridaje entre los intereses de familias afectadas por “sectas” –representados desde hace algo más de dos décadas por Pro Juventud/AIS– y los de la Iglesia católica que, viendo amenazada su clientela por el fenómeno creciente e imparable de las “sectas” cristianas, ha potenciado expertos que, salvo honrosas excepciones, no pasan de ser meros predicadores que anatematizan a grupos sin fin basándose en informaciones magnificadas y manipuladas, cuando no totalmente falsas, a fin de poder encajarlas en sus intenciones evangelizadoras”.

El escritor español antes mencionado sostiene enseguida que “no deja de ser una fina ironía el hecho de que entre los antisectarios actualmente más activos –particularmente desde instituciones públicas–, destaquen miembros del catolicismo más ultraconservador y, claro está, del Opus Dei”.

Si un investigador de la estatura de Pepe Rodríguez se atreve a aseverar esto es porque posee pruebas de sus señalamientos. El Opus Dei (Obra de Dios, en latín), fundado por José María Escrivá de Balaguer en 1928, es el movimiento laico católico más importante al interior del catolicismo. Actualmente cuenta con más de 80 mil miembros, muchos de los cuales trabajan “en más de 600 periódicos, revistas y publicaciones científicas distribuidos por todo el mundo”. El dato anterior fue tomado del libro En el nombre de Dios, cuya primera edición tuvo lugar en 1984. Si en aquel tiempo habían irrumpido en 600 medios escritos, puede estar usted seguro que hoy por hoy se encuentran presentes en muchos más medios. Pero, según se desprende de lo aseverado por Pepe Rodríguez, los miembros de esta organización no sólo han infiltrado gente en los medios de información, sino también en los movimientos anticulto.

Los opusdeístas, que actualmente apoyan las acciones intolerantes de los grupos anticulto, han sido calificados como una secta peligrosísima. Esto dice de ellos el grupo católico de oración María Auxiliadora, el cual señala que el fundador del Opus Dei “fue conocido por su carácter irascible y su vulgar personalidad”. Según esta agrupación, Escrivá de Balaguer “poseía una mente enferma y una personalidad codiciosa, vulgar, soberbia y perversa” (https://jonkepa.wordpress.com/…/la-verdad-sobre-el-opus-de…/). Peter Beglar, quien es mencionado en la página web antes mencionada, afirma que “Escrivá estuvo internado como paciente psiquiátrico por cinco meses en un manicomio”. Beglar argumenta que su estancia en el hospital para enfermos mentales tenía el propósito de escapar de la persecución durante la guerra civil. Sin embargo, el mencionado grupo católico descarta que haya permanecido en el manicomio para ponerse a salvo de la pretendida persecución, asegurando que permaneció “en el hospital para tratar su enfermedad mental”.

A pesar de que la igualdad de derechos de las mujeres ha sido reconocida por las leyes y por la Declaración Universal de Derechos Humanos (Artículo 16.-1), Escrivá de Balaguer las ha discriminado, afirmando que “deberían ser como una alfombra donde la gente pueda pisar”. 

En la página web del grupo María Auxiliadora se afirma que la intolerancia del Opus Dei hacia los otros credos es ciega. Como ejemplo de la intransigencia opusdeísta señalan que la reina Isabel, cabeza de la Iglesia Anglicana, “es tildada de demonio” (Ibíd).


Si la Iglesia Anglicana —que cuenta con 80 millones de fieles en 165 países del mundo, y que posee una fuerza impresionante en el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Nigeria— ha sido discriminada por el Opus Dei, ¿qué pueden esperar del Opus Dei las minorías religiosas?

Los movimientos anticulto, en los que participan opusdeístas y miembros de otras órdenes religiosas intolerantes, realizan un trabajo que favorece al catolicismo. Así lo demuestra el ataque despiadado a los grupos religiosos cuyo crecimiento y expansión constituye una seria amenaza para los intereses de la Iglesia católica. Estas iglesias y sus dirigentes han estado y seguirán estando en la mira de los grupos anticulto y de algunos opusdeístas. Los medios de comunicación, donde miles de éstos laboran, han sido utilizados en diversas ocasiones para vilipendiar a los dirigentes de las confesiones religiosas minoritarias, cuya limpia trayectoria ha sido atestiguada por la sociedad misma.

Los ataques de estos grupos a las minorías que despectivamente llaman sectas cristianas, no se producen únicamente en España, sino en diferentes partes del mundo, en donde “han perjudicado con sus acusaciones a personas o grupos que nada [tienen] que ver con sus desvaríos inquisitoriales” (Pepe Rodríguez, Adicción a Sectas, Ediciones B, S.A., Barcelona, 2000, pp. 153, 154). Para orquestar sus campañas difamatorias, los grupos anticulto seleccionan a las iglesias de brillante trayectoria, es decir, aquéllas que representan una amenaza para el catolicismo. ¿Qué sigue después? Una serie de calumnias que causa severos daños a la reputación de las personas y de los grupos religiosos que están en su mira. Pero de ello nos ocuparemos posteriormente.

Twitter: @armayacastro

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