martes, 15 de abril de 2014

EL PAPA, ACUSADO DE HEREJÍA

Por Armando Maya Castro

El papa Francisco ha sido acusado de hereje por dos líderes ortodoxos griegos. Se trata de Andrés de Dryinoupolis, Pogoniani y Konitsa, y Serafín del Pireo y de Faliro, quienes firmaron una kilométrica carta de 89 páginas en la que responsabilizan al argentino Jorge Mario Bergoglio de la degradación litúrgica en la Iglesia Católica y le piden volver a la ortodoxia. 

La acusación, además de grave, desconoce el dogma de la Infalibilidad papal, de acuerdo con el cual el papa es infalible cuando habla ex cathedra (“desde la cátedra de Pedro”), es decir, cuando lo hace como pastor y maestro de todos los fieles y en ejercicio de su autoridad pontificia. La Infalibilidad papal fue instituido como dogma el 18 de julio de 1870, en una de las sesiones del Concilio Vaticano I.

¿Es esta la primera vez que un papa es acusado de herejía? No. En la Edad Media se discutió a fondo la posibilidad de que un papa incurriera en herejía. En ese tiempo era opinión común que el papa se podía equivocar. Antes del establecimiento del dogma de la Infalibilidad, clérigos como Juan de Torquemada sostenían que un papa que fuera hereje dejaría de ser sucesor de Pedro en el momento de incurrir en herejía. 

El papa Honorio (625-638), el más célebre caso de error papal, fue condenado por herejía por un concilio general después de su muerte. A pesar de que el papa León confirmó la condenación de Honorio, la Iglesia católica no considera que éste haya dejado de ser papa, a pesar de que fue acusado de herejía durante su reinado. Honorio sigue figurando en la lista de papas que le da secuencia a la famosa cadena ininterrumpida de papas de Pedro a Francisco. 

José Antonio Sayés, en su libro La Iglesia de Cristo: Curso de Eclesiología, señala que “Cayetano defendía la hipótesis de un Papa hereje y aceptaba la posibilidad de un concilio acéfalo, reunido sin el papa en caso de herejía notoria”. El autor antes mencionado señala que los "teólogos de hoy en día aceptan la posibilidad de error en el papa en cuanto persona privada, pero no cuando habla como pastor universal y juez supremo".

En el Cisma de Occidente, periodo en el que hubo dos y hasta tres papas, quienes se disputaban la autoridad pontificia entre los años 1378 y 1417. En ese tiempo, los reinos católicos dividieron su obediencia entre los papas que decían ser la legítima cabeza de la Iglesia, considerando hereje y excomulgado al papa que no gozaba de su respaldo. 

Veremos qué pasa con la acusación en contra el papa Francisco, al que los firmantes griegos se dirigen como líder del Estado de la Ciudad del Vaticano, no como obispo, lo que evidencia un desconocimiento al lugar que le da su investidura pontificia al interior de la Iglesia católica. 

En el Vatican Insider un proyecto del diario “La Stampa”, dedicado a la información general sobre el Vaticano, las actividades del Papa y de la sede papal, la presencia internacional de la Iglesia católica y los temas religiosos­ se señala: “Los firmantes no reconocen a la Iglesia católica el estatus de Iglesia, ni la validez de la celebración de los sacramentos en ella, ni el estatus de obispo al Papa. Además indican que es «blasfemo», además de «escritural y patrísticamente infundado», el «primado petrino» y la jurisdicción del Papa sobre toda la Iglesia. También definen como «blasfemia» contra el Espíritu Santo la doctrina de la infalibilidad papal, demostración del «orgullo satánico» que habría «poseído» al Pontífice. El «papismo» «no es una Iglesia, sino una comunidad religiosa, una para-sinagoga, una herejía… una perversión absoluta de la verdad», escriben en el largo documento los dos metropolitas ortodoxos”.

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