El
pasado miércoles 19 de junio se cumplieron tres años de la muerte del gran
Carlos Monsiváis Aceves, periodista, cronista, ensayista y narrador mexicano.
Este destacado escritor nació en el Distrito Federal, el 4 de mayo de 1938. Es
considerado, con justicia, como “uno de los artífices de la cultura mexicana
contemporánea”.
El
Estado laico, que atraviesa actualmente por una de sus peores crisis, necesita
de hombres con el valor y la sapiencia que tuvo Monsiváis. No hay que olvidar
que Monsiváis fue un ardiente defensor de la separación entre el Estado y las
iglesias, la laicidad estatal y la educación pública laica.
El
31 de enero de 2006, durante la ceremonia de entrega de los premios nacionales
de ciencias y artes, hizo una férrea defensa del Estado laico en el salón
Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos. Al hablar en nombre
de los galardonados, y teniendo ante sí a Vicente Fox Quesada, a la sazón
presidente de México, Monsiváis (premiado esa noche en lingüística y
literatura) recordó que "el fundamentalismo de derecha ha perdido en
México, una tras otra, las batallas culturales, aunque en el sigilo obtenga sus
victorias administrativas".
En
esa ocasión, reprochó que el entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal
Carranza, “apenas toma la palabra instala su púlpito virtual”. Dijo que
Abascal, como ciudadano y creyente, está en su “perfecto derecho” de proclamar las ventajas de la fe, pero
“como secretario de Estado no, porque no hay tal cosa como un señor que si
vigila el proceso electoral es laico, y deja de serlo si olvida por completo la
estructura ética de la institución donde devenga salarios y tribunas”.
En
el sexenio foxista escribió el libro “El Estado laico y sus malquerientes”, de
gran importancia en la defensa del Estado laico. En esa obra, Monsiváis refiere
que el Estado laico “ya no tiene enemigos, sus enemigos estuvieron en el siglo
XIX; actualmente tiene ‘malquerientes’, representados éstos por la Iglesia y la
derecha que han tratado de redefinir conceptos del laicismo como ‘libertad
religiosa’ y ‘libertad de expresión’ sin conseguirlo”.
Y
ya que las palabras de Monsiváis nos recuerdan que la estrategia actual de los
malquerientes del Estado laico es la redefinición del concepto “libertad
religiosa”, me permito comentar con mis lectores los pormenores del evento
“República Laica y la Reforma del Artículo 24 Constitucional”, realizado el
pasado miércoles en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de
Guadalajara.
El
evento fue organizado por Foro Cívico México Laico en colaboración con la
Universidad de Guadalajara; contó con la presencia de Héctor Hugo Cervantes
Ortiz, en representación del gobernador del estado de Jalisco, Jorge
Aristóteles Sandoval, así como de destacados ponentes: los diputados Jaime
Prieto Pérez y José Clemente Castañeda Hoeflich; el vocero de la Iglesia La Luz
del Mundo, Eliezer Gutiérrez Avelar; el sociólogo y experto en religiones,
Bernardo Barranco Villafán; y el destacado historiador jalisciense, José María
Muriá.
Bernardo
Barranco hizo referencia a las autoridades que en actos públicos han violado el
Estado laico, consagrando sus estados al Sagrado Corazón de Jesús, o entregando
simbólicamente las llaves de sus municipios a Jesucristo. Lamentó el disimulo
de la Secretaría de Gobernación, afirmando que esta dependencia gubernamental
"está absolutamente silenciada" ante las violaciones a la ley por
parte de una "clase política pragmática", que ha perdido identidad y
a la que sólo le importa posicionarse en el terreno político-electoral. Sobre
la reforma del artículo 40 constitucional, que declara a México una República
laica, señaló que esta modificación no es garantía de una sana separación entre
el Estado y las iglesias.
En
su turno, el vocero de la Iglesia La Luz del Mundo se refirió a esta reforma y
preguntó a los asistentes: ¿Puede acaso estar en riesgo el Estado laico, cuando
es un hecho la reforma del artículo 40 que constitucionaliza la laicidad? Tras
indicar que la respuesta a su pregunta es afirmativa, señaló que “cada vez
cobra mayor fuerza el riesgo de que en México se produzca una paradoja
legislativa, consistente en que a la vez que se constitucionaliza el Estado
laico en el artículo 40, se colocan también las bases mediante la reforma del
artículo 24 para que nuestro país se convierta en un Estado confesional”.
Ahora
que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión formuló la declaratoria de
la reforma del artículo 24 constitucional, los mexicanos creemos que eventos
como el realizado en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara son de gran
valía para el Estado laico, en cuyo marco se fortalece la educación laica,
nuestro régimen de libertades y la cultura de los derechos humanos.
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